13 días y 12 noches

13 días y 12 noches ha pasado mi hija María en el campamento que cada año organiza la Asociación de Diabéticos de Madrid.

Ha sido su segundo campamento.

Para ella, sin duda, ha sido un tiempo de libertad (descanso de padres quiero decir), esfuerzo (los monitores fomentan mucho la autonomía y el aprendizaje) y mucho disfrute (piscina, playa, juegos, etc.).

Y para mí, 13 días sin pensar en los niveles de glucosa, 13 días sin calcular raciones ni mirar etiquetas, 13 días sin estar pendiente de inyecciones de insulina ni del reloj.

13 días y 12 noches. 12 noches durmiendo ¡6 o 7 horas seguidas!. ¡Ya había perdido la costumbre!. Porque sí, a todo se acostumbra una, y al mismo tiempo, ¡qué regalo es poder olvidar la exigencia del cuidado de la diabetes de vez en cuando!.

No, mi hija no puede olvidarse de su diabetes. Le acompaña y acompañará cual fiel compañera toda su vida. Y nosotros, sus padres, día a día intentamos aligerarle el “equipaje”.

13 días y 12 noches. Sí, la hemos echado mucho de menos. Sus risas, su energía, su conversación agotadora, su generosidad, su vitalidad, su disfrutar a tope cada momento y desearlo todo a la vez.

No, a su diabetes no. Nos habría encantado que la hubiera “perdido” en algún lugar recóndito de Murcia de donde no volviera nunca, nunca…

Hoy hace justo un mes que “las dos” volvieron a casa. Me costó 48 horas adaptarme de nuevo. El día a día es agotador. Un reto continuo para conseguir que tenga los mejores valores con la máxima libertad. Equilibrio difícil de alcanzar con esta amiga tan caprichosa, voluble y muchas veces imprevisible: la diabetes.

Ha estado bien. 13 días y 12 noches para renovar mi energía y tomar conciencia de que necesito cuidarme. Sí, necesito descansar y sentirme realizada para atender cada día a mis 3 hijos con amor, paciencia y lucidez. Y necesito compartir. Compartir mi experiencia con otros padres que vivan cada día una situación similar a la mía.

Este curso empiezo mejor que el pasado. Tengo la enorme suerte de formar parte de un estupendo grupo de padres y madres (“Creciendo con Diabetes”) en el que nos acompañamos y compartimos.

Gracias a todos. Gracias por estar ahí 365 días al año y otras tantas noches.

1 comentario

  • Precioso Carol!!! Como me gustaría largar a la Tia Betty con todo su equipaje al infinito…pero ahi está pegada como una lapa…nosotros no pudimos aprovecharnos del campamento, pero si he tenido unos días a Lucía con mis padres (y la Betty) en el pueblo y que bien sienta poder desconectar, dormir a puerna suelta y comer sin contar raciones!!
    Un beso enorme y ánimo para todos nosotros! !

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