Post de "desarrollo personal"

Mayoría de edad con diabetes

Uf! ¡Qué fuerte! ¡El tiempo pasa volando!

Mi hija María ayer cumplió 18 años, mayoría de edad

…Y el 21 de marzo pasado ¡10 años con diabetes!.

Números significativos y muy especiales. ¡Mucho que celebrar! ¡Mucho que agradecer!

Me siento profundamente feliz y orgullosa de verla cómo gestiona su diabetes en particular y, su vida en general!

Estos 10 años desde que debutó con diabetes, han sido muy intensos. Llenos de esfuerzo, tensión, dificultades, cambios, adaptaciones y mucho, mucho aprendizaje.

Mi objetivo principal todo este tiempo ha sido capacitar a mi hija para que viviera su diabetes de la mejor manera posible, como “algo” a gestionar, sin que le condicione la vida y sabiendo que, siempre, siempre, puede contar con sus padres para apoyarla en lo que necesite.

Volar libre por el mundo, disfrutar a tope y cuidarse a la vez, mirando “de frente” las emociones desagradables como son la frustración y la decepción para escucharlas, liberarlas y llenarse de positividad y vida.

Feliz, profundamente feliz de ver a mi hija. 18 años, mayoría de edad. Autónoma, independiente, alegre, capaz, resolutiva y abierta a la VIDA con mayúsculas.

Feliz he saboreado y disfrutado el día de tu 18 cumpleaños y seguiré disfrutando cada día viéndote evolucionar hija.

Te quiero infinito e incondicionalmente. Te quiero hija porque eres tú, María, especial y única.

 

Enfoque en soluciones

soluciones1Hace unos meses, en la visita periódica a la endocrino, la doctora le dijo con claridad a María que “estaba haciendo un mal uso de la bomba de insulina”. Sí, esas fueron sus palabras. ¿Por qué? Porque María se ponía el bolo del desayuno, media mañana, otro para “picar” algo que le daban sus amigas en el recreo, bolo complementario a veces para algo más de postre en la comida o cena porque se había quedado con hambre… En fin, sí, muchos “minibolos” de insulina para poder disfrutar de una vida más “normal”.

Porque… ¿qué esperamos de una chica de 12 años? Que diga, “no gracias, ahora no puedo comer unas patatas fritas aunque sean las 15h y vayamos andando a casa después de toda la mañana en clase porque no es la hora de la comida”. “Ah, pues mira, tengo más hambre pero nada, ya no tomo fruta  porque no la he contado…”. Sí, es mucho pedir.

María salió de la consulta dolida, muy dolida, llorando enfadada y diciendo que “no se iba a medir nunca más para que no la regañaran”.

Para ser “justos”, la doctora no la regañó, fue “correcta”, no la culpabilizó, no le dijo que lo había hecho “fatal” ni la amenazó con retirarle la bomba por su “mal uso”, sin embargo, con sus palabras, no consiguió conectar con María ni generar en ella motivación para mejorar sino todo lo contrario.

Tengo suerte, gracias a todo lo que me ha aportado la Disciplina Positiva yo conozco las claves para conseguir motivar en María ese proceso de mejora. Éstas son:

“Conexión antes que corrección”(Jane Nelsen): y ¿cómo se consigue esto?.

En primer lugar, era fundamental dar reconocimiento. Valorar todo el esfuerzo que María estaba realizando: 1º de la ESO, cambio de etapa, de compañeros y profesores, clase de 8 a 14h “del tirón” y los lunes incluso hasta las 15h, entrenamientos de baloncesto, partidos, etc. Y María, se medía en el cole, se pesbaa su comida y nunca, nunca, comía sin ponerse insulina (salvo despistes). Para mí, esto es un gran logro digno de mención.

En segundo lugar: validar sus sentimientos. “Sé que es difícil y muy cansado estar cada día pendiente de los controles de glucosa, de pesar la comida, de calcular raciones. Sé que te gustaría ser como las demás chicas de tu edad, que te gustaría poder picar patatas o gusanitos de vez en cuando sin pensar en cuánta insulina ponerte o comer cuando tienes hambre aunque una máquina diga que tu glucosa está en 250”. “Sé que te molesta la bomba y te duele el cambio de catéter y tienes doloridos los dedos…”

Hemos crecido con la errónea creencia de que decirle al otro que tiene razón para estar enfadado, muy enfadado, aumentará su enfado y lo alargará en el tiempo. ¡Gran error!. Cuando una persona se siente escuchada y comprendida, siente que su emoción se libera y, después de expresar su enfado está abierta a llenarse de otra emoción… Yo suelo decir en mis cursos “emoción expresada, emoción liberada”. Pruébalo, funciona.

Y el tercer elemento clave para generar un proceso de mejora en el enfoque en soluciones. ¿De qué sirve que le digas a una chavala lo que NO puede hacer si no le ayudas a buscar alternativas para que disfrute y vea satisfechas las necesidades “propias de la edad” (sentirse perteneciente a su grupo de amigos, sentir que tiene poder de elección, etc.)?. Y ¿cómo se consigue esto? Pues nosotras lo hicimos con papel y boli en mano y haciéndonos la pregunta ¿qué podemos hacer para que tú disfrutes comiendo y evitemos los múltiples bolos? Y juntas, llenamos una hoja de ideas. Algunas “locas”, otras inviables y muchas de ellas muy interesantes y útiles. Éstas últimas las pusimos en marcha y… “voalá” en el siguiente “examen” de bomba ya no había bolitos registrados.

En fin, hoy comparto aquí esta experiencia porque me parece que ESTE es el camino. El único camino eficaz. El control y la exigencia no funcionan a largo plazo con los adolescentes y ¿con los adultos? tampoco.

Valoración emocional de Adolescentes con diabetes

Ayer asistí a una charla con este nombre en la Asociación de Diabéticos de Madrid a cargo del psicólogo y educador en diabetes Javier Hurtado.

Lo primero agradecer a la Asociación y a Javier Hurtado la oportunidad de entender un poco mejor la etapa de la adolescencia y las partes en las que, el hecho de tener diabetes, marca una diferencia o no en la evolución de nuestros hijos.

JavierHurtadoAdolescencia

Muy interesantes y esperanzadores me resultaron también los resultados que nos presentó del “Estudio del estado emocional de los adolescentes con diabetes” realizado a unos 200 chavales de entre 13 y 16 años en diversos campamentos de verano de 2015.

Javier Hurtado nos aportó mucha información útil para conocer cuál puede ser el estado emocional de nuestros hijos adolescentes, qué emociones expresan ante situaciones relacionadas con la diabetes, con la familia y con la vida social y así estar atentos a cómo interpretan la realidad, pues lo que pensamos de un hecho, es lo que genera la emoción que sentimos.

Ahora bien, a nivel de contenido, me quedé con ganas de disponer de un estudio del estado emocional de los padres. Padres y madres de niños con diabetes (menores de 11 años, entre 12 y 17), en la fase del debut, años después… Seguro que también sería enormemente interesante y revelador. ¿Te animas Javier?. Si fuera así, ¡cuenta conmigo!.

Desde aquí quiero agradecer por el espacio de reflexión y aprendizaje que nos ofreció Javier Hurtado ayer con sencillez y mucho respeto hacia nosotros que, como padres, no siempre actuamos facilitando el proceso de independización de nuestros hijos, con diabetes y sin ella.

Y, más allá de esta necesaria toma de conciencia y reflexión, también me quedé con necesidad de una parte práctica en la que padres y madres aprendamos a gestionar las emociones que nos genera la diabetes de nuestro hijo y aprendamos estrategias para acompañarles a gestionar las emociones que les generan a ellos en los diferentes momentos de su desarrollo personal.

Porque el día a día está lleno de retos cotidianos, situaciones que los padres y madres de niños con diabetes podemos aprovechar, si aprendemos, como oportunidades para que nuestros hijos fortalezcan su personalidad, aprendan a tomar decisiones sensatas, se entiendan a sí mismos y desarrollen la capacidad de encontrar soluciones a las dificultades que su diabetes les plantee a lo largo de su vida.

Esto me parece clave, y se consigue, además de tomando conciencia de todo lo expuesto anteriormente, con reflexión personal y práctica, mucha práctica, de herramientas de educación positiva.

Yo estoy en ese proceso y, como en otras ocasiones, siento la necesidad de compartirlo con otros padres y madres:

¿Qué me está siendo útil a mí?.

  • La metodología-estilo de relación propuesta por Marshall Rosenberg: Comunicación no Violenta.
  • El coaching, que tiene como base principal la pregunta, la escucha activa y la toma de conciencia y gestión de creencias y emociones.
  • La Disciplina Positiva: metodología útil, práctica y eficaz para educar a los hijos en positivo y generar un entorno familiar disfrutable y de desarrollo de habilidades y capacidades.
  • Y otras muchas fuentes de las que bebo y con las que me enriquezco: mindfulness, neurociencia (Daniel J. Siegel), etc.

Y por lo útil que me está resultando todo esto, actualmente dedico parte de mi tiempo profesional y personal a acompañar a padres y madres en su proceso de descubrimiento y puesta en práctica de una educación positiva y respetuosa con sus hijos y con ellos mismos.

Creo firmemente que formarnos los padres en herramientas de comunicación y gestión emocional es la mejor manera de prevenir y evitar algunas situaciones que generarían un sufrimiento psicológico y emocional que luego habría que trabajar con terapias psicológicas.

Si quieres más información:  https://www.facebook.com/CoachingCNVparaPadres y www.carolinahuerta.es

 

“Mamá: ¡lo conseguí!”

Así sé que se siente mi hija ahora.

Esta noche es la primera noche que duerme en casa de una amiga. Una amiga suya, no una amiga mía con la que tenga yo mucha confianza y sepa algo de diabetes, ni su abuela, ni su tía enfermera…

Una amiga suya que la ha invitado porque disfruta jugando con ella, la ha invitado A PESAR de su diabetes. Sí, y digo esto porque María lleva unos meses especialmente duros. Está en esa franja de edad en la que empezaba a ver cómo sus amigas quedaban, iban unas a casa de las otras a dormir y… a ella no la invitaban.

La quieren, sí, disfrutan con ella en el cole, vienen encantadas a casa, entrenan, juegan a tope los partidos de baloncesto cada sábado, pero… veían su diabetes como una “dificultad”. Al menos eso sentía María.

Y hoy, por fin ¡lo ha conseguido!. Desde aquí quiero dar las gracias a la madre de Luchi, por no asustarse con la “mochila de María”. Por la naturalidad y el cariño con los que la ha acogido en su casa, por cuidarla con lo que mi madre siempre ha llamado “libertad vigilada”, es decir, estando pendiente pero sin invadir ni avasallar, por confiar en ella, en su capacidad de gestionar su diabetes, por no verla como una niña “con diabetes”, sino como una niña maravillosa, alegre, natural, dulce, simpática, con una enorme capacidad de disfrutar de la vida, en definitiva, una niña que disfruta jugando con otra niña, su hija.

Hoy, día grande para María, día de experimentar que no hay límites, no hay nada que no pueda hacer por su diabetes. Hoy ha sido la primera vez que ha patinado sobre hielo y no ha sido bajo la supervisión de su madre. Hoy va a ser la primera vez que se va a levantar a las 4.00 a.m. a medirse ella la glucosa. Sí, como madre me resulta duro, ¡cuánta exigencia para una niña de 11 años recién cumplidos!. Sin embargo, a pesar de los momentos de enfado, de los momentos en los que está harta (y con razón) de medir glucosa, comida y tener que llevar una máquina conectada siempre, muestra una gran fortaleza y disfruta a tope cada día.

Y aunque ahora no veo su cara, sé que está sonriendo, o mejor dicho, riendo a carcajadas en casa de su amiga, hablando de sus cosas, disfrutando del presente y saboreando haber conseguido, por fin, su gran ilusión: ser invitada a dormir en casa de una amiga.

Otro día hablaré de los miedos propios de una madre, los nudos en el estómago y de cómo trabajarlos para que esos miedos no generen miedo e inseguiridad en nuestros hijos. Eso será otro día. Esta noche me quedo con la sonrisa de María y me voy a descansar un rato que, a las 4.00, estaré esperando su llamada. Sólo para que se sienta segura.

Aquí estoy hija, acompañándote en tu proceso de independencia, sosteniéndote en los momentos difíciles y celebrando tus logros, tus múltiples y maravillosos logros…

Curso para padres: “Educación y acompañamiento en diabetes infantil”

En la Asociación de Diabéticos de Madrid se ha puesto en marcha el primer Curso para padres: “Educación y acompañamiento en diabetes infantil”. 

El objetivo del Curso es ofrecer un proceso de acompañamiento y educación terapéutica a las familias diagnosticadas en los últimos meses con niños entre 0 y 10 años (edad orientativa).

Este curso consta de varias sesiones que incluyen formación diabetológica y nutricional, gestión emocional, espacio para compartir y conocer el testimonio de personas que llevan más tiempo conviviendo con la diabetes de sus hijos.

Yo estoy participando activamente en la organización y os aseguro que somos conscientes del esfuerzo que va a suponer para los participantes al ser varias sesiones, sin embargo, lo ofrecemos porque hemos analizado las necesidades de padres y madres en esta primera fase de debut y sabemos que…

…el debut en diabetes de un hijo cambia la vida

…genera desconcierto, inseguridad y temores

…la formación diabetológica y nutricional son fundamentales para el buen control de la diabetes y al mismo tiempo, es fundamental darnos espacio los padres para gestionar las emociones que nos surgen ante la diabetes de nuestro hijo…

…este camino es más llevadero si se comparte que si se transita solo.

En resumen, porque sabemos que la salud de nuestro hijo/a depende, más que nunca, de nosotros y para poder ayudarle a estar bien necesitamos estar bien nosotros.

Por todo ello, si estás afrontando los primeros meses de diabetes de tu hijo/a, desde este espacio te animo a participar en este Curso.

Información complementaria y forma de inscripción:

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